La Misma Barca: un espacio de resistencia y construcción colectiva

Guadalupe Paz preside la mutual que reúne a trabajadores y trabajadoras cooperativistas de barrios populares de CABA que enfrentan la crisis del país con organización y militancia.

La Mutual La Misma Barca nació en el Barrio Padre Rodolfo Ricciardelli, un lugar donde la comunidad se organiza muchas veces alrededor de la Iglesia. Allí, en el corazón del Bajo Flores, se gestó primero la cooperativa de construcción Altas Cimas, una experiencia que creció rápido con pequeños proyectos y que pronto le permitió a sus integrantes profesionalizarse con trabajos en obras públicas y privadas.

“En Altas Cimas llegamos a incorporar a profesionales como arquitectos para proyectos más grandes, y el crecimiento se reflejó no solo en más asociados, sino también en mejores condiciones para todos”, explicó Guadalupe Paz, presidenta de la Mutual y una de las referentes del espacio.

«No sabíamos si sería una cooperativa o cuál sería la forma de organización, pero sí teníamos claro que había que unir fuerzas para mejorar las condiciones de vida y el trabajo en el barrio»

Guadalupe explica que La Misma Barca nació de una idea que venían gestando desde antes de la pandemia junto a un grupo de vecinos que se conocían del barrio. Muchos eran de la escuela de la parroquia Madre del Pueblo, ubicada sobre la avenida Perito Moreno, frente a la Ciudad deportiva de San Lorenzo cerca de Cruz, donde ella era docente. “La parroquia -relata Guadalupe-, con su historia de lucha y solidaridad, fue el punto de encuentro donde empezamos a soñar con organizar el trabajo en un barrio donde las necesidades laborales eran enormes”.

Aquella idea contó con el impulso de Hernán Morelli, que en ese entonces era sacerdote en la parroquia, y con el apoyo clave del actual arzobispo de La Plata, Gustavo Carrara, que entre los años 2009 y 2017 había estado al frente de la Santa María, Madre del Pueblo.

“Queríamos construir algo que diera respuestas concretas. No sabíamos si sería una cooperativa o cuál sería la forma de organización, pero sí teníamos claro que había que unir fuerzas para mejorar las condiciones de vida y el trabajo en el barrio”, detalla Paz. La elección del formato cooperativo les permitió reunir a personas que compartían valores como la solidaridad, el esfuerzo colectivo y el compromiso con los demás.

En ese camino, surgió la idea de la Mutual para potenciar la “pata social” y poder ofrecer servicios que fueran más allá del trabajo: “un espacio para cuidar y acompañar a la comunidad”.

Para Guadalupe, la pandemia fue un momento bisagra: “En 2020 empezamos a juntarnos por Zoom para planificar el armado de la mutual. Para mí, que venía de ser maestra y trabajadora social, acostumbrada a un empleo en relación de dependencia, fue un cambio de chip total”, recuerda.

En 2021 concretaron el proyecto y consiguieron un convenio con el Ministerio de Desarrollo Social de la Nación que ayudó a impulsar la organización. Le alquilaron un local pequeño a una vecina del barrio y pronto pudieron sumar la casa contigua donde instalaron una proveeduría. Ahí mismo sumaron servicios como asesoramiento legal, servicios de barbería, manicura, yoga, y hasta capacitaciones en educación financiera para los chicos.

Hicimos convenios con Nueva Chevalier para conseguir viajes más baratos. con una óptica y hasta con un seguro de sepelio, algo muy importante en los barrios donde las despedidas a veces se hacen en garajes”, enumera Guadalupe.

Fue un momento de mucha actividad, con la Mutual en su pico, llegando a contar 400 asociados.

Hernán Morelli fue clave. El exsacerdote que nunca abandonó su compromiso con el barrio fue quien convenció a Guadalupe para presidir la Mutual y la parroquia Madre del Pueblo, con su legado de resistencia fue central en el apoyo. Ese espíritu de comunidad fue inspirador a la hora de construir la cooperativa y la mutual.

Los momentos más complejos

El último año fue el más duro. “La caída del poder adquisitivo y los recortes en obra pública nos pegaron fuerte. Altas Cimas, que llegó a tener casi 40 trabajadores, se achicó y la Mutual se redujo, después de haber tenido alrededor de 400 asociados.

Actualmente, ya mudados al barrio de Constitución, la proveeduría se enfoca en la venta de alimentos secos a precios accesibles, sobre todo a comedores de Cáritas. También preparan bolsones de alimentos que se entregan cada 15 días a los asociados a precios promocionales junto con la cooperativa Cuidadores de la Tierra, que gestiona una feria de frutas y verduras en la esquina de la Avenida Juan de Garay, debajo de la autopista 9 de Julio Sur.

Cuidadores de la Tierra es la cooperativa más joven y nació enfocada en el trabajo con huertas orgánicas, aprovechando el conocimiento de trabajadores con experiencia en el Mercado Central. “La Mutual organiza los bolsones con lo que recolectamos ahí, y también empezamos a repartir verduras a personas en situación de calle y jubilados todos los viernes, intentando ir más allá de lo asistencial para conocer sus historias y acompañarlos de verdad”.

La relación con la Iglesia es central para el funcionamiento de las cooperativas y la mutual y se expresa en la articulación con la parroquia y con figuras como Gustavo Carrara, el padre Nacho de la Villa 31, los vínculos con Cáritas y el padre Tano en Matanza.

“También trabajamos con OSAMOC (Obra Social de Obreros Católicos), que nos ayuda a ofrecer talleres y charlas preventivas, porque notamos que nuestros trabajadores no siempre van al médico”. agrega Guadalupe.

“La Mutual organiza los bolsones con lo que recolectamos ahí, y también repartimos verduras a personas en situación de calle y jubilados cada 15 días»

La crisis económica y social repercute en la organización casi con la misma intensidad con la que se refleja en el resto de la sociedad. La Mutual y las cooperativas tienen por delante el desafío de recuperarse sin perder el perfil social que las define. “Sabemos que hay un cansancio general, en un contexto en el que muchos de nuestros trabajadores que vienen del 1-11-14 o de Retiro, apenas llegan a fin de mes, y eso nos pone las cosas difíciles. Pero sé que vamos a reorganizarnos, creciendo ante cada obstáculo”, confía Guadalupe.

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