El día en que San Martín enfrentó a los liberales porteños y aplicó impuestos a los ricos

Como gobernador de Cuyo aplicó un impuesto inusitado que gravaba bienes declarados. Logró solventar los gastos de su administración, costear obras y formar el Ejército de los Andes.

Como gobernador de Cuyo (1814-1816), el héroe patrio José de San Martín estaba abocado la formación del glorioso Ejército de los Andes, con las tropas realistas al acecho, de otro lado de la cordillera, en Chile. Vale recordar las decisiones tomadas entonces a propósito del 175ª aniversario de su muerte, el 17 de agosto de 1850.

Ya que los bienes y los soldados escaseaban, San Martín comenzó en los últimos meses de 1814 con las medidas para movilizar al pueblo cuyano en defensa de su propio suelo. Según relata Felipe Pigna en su libro La voz del Gran Jefe: Vida y pensamiento de San Martín, «a fines de 1814, las milicias cuyanas, unos 900 hombres en las tres provincias, apenas si estaban equipadas y entrenadas».

Con los ingresos por el comercio trasandino caídos por la ocupación del enemigo y la actividad vitivinícola afectada por el modelo de librecambio adoptado por el gobierno porteño, San Martín adoptó una «economía de guerra» y tomó una drástica decisión:

Suspendería la remisión del “derecho extraordinario de guerra”, establecido por el gobierno central que gravaba los productos cuyanos con el supuesto fin, según se establecía en los papeles, de comprar mulas para el Ejército del Norte, y convertiría una “contribución extraordinaria de guerra”, en un impuesto a la riqueza, a razón de medio peso por cada mil de bienes declarados.

En el citado libro se menciona que San Martín también tenía que mandar a Córdoba, sede del obispado del que seguía dependiendo Cuyo, el diezmo eclesiástico. En cambio, decidió utilizar esos fondos para los gastos de Cuyo. «Estas medidas de emergencia, que aliviaban solo temporariamente la situación, le permitieron pagar las cuentas pendientes y cerrar ese difícil año sin imponer más sacrificios a los cuyanos», relata Pigna.

En la Historia de San Martín y la emancipación Sudamericana, Bartolomé Mitre ya refería que mediante un catastro y declaración voluntaria jurada, se aplicó un gravamen de 4 reales por cada 1.000 pesos de capital, lo que consolida el impuesto sobre la riqueza como una medida fiscal ordenada y consensuada:

“se estableció un impuesto general y uniforme sobre todos los habitantes, basado en el capital de cada individuo, previo catastro … declarando de buena fe sus bienes … y oblando cuatro reales por cada mil pesos de capital”.

El mismo dato figura en el libro de John Lynch San Martín. Soldado argentino, héroe americano que da cuenta que el patriota implantó un impuesto sobre el capital (4 reales por cada 1.000) acompañado por otras contribuciones extraordinarias y empréstitos para sostener el Ejército de los Andes.

Pigna explica que de esa forma, «la contribución recaía más sobre los más ricos, lo que era toda una novedad en el sistema impositivo vigente desde la colonia, cuyos principales rubros eran los que gravaban las operaciones comerciales y que se trasladaban a los precios, perjudicando particularmente a los más pobres».

Entre otras medidas como gobernador, San Martín expropió las propiedades de los españoles prófugos, declaró de propiedad pública las propiedades de los españoles muertos sin testar. Gravó con un peso cada barril de vino y con dos, los de agua ardiente que se vendieran fuera del territorio.

Además de lo económico, su gobierno estuvo marcado por una clara intervención estatal. En el libro de Pigna se listan varias acciones, entre ellas:

  • El establecimiento de un laboratorio de salitre y una fábrica de pólvora y un taller de confección de paños para vestir a sus soldados.
  • Creación de canales, desagües, caminos y postas existentes y mejora de los ya existentes.
  • Construcción delpaseo de la Alameda y embellecimiento de la ciudad de Mendoza.
  • El impulso de planes de fomento agrícola, que incluyeron la venta de tierras públicas que hasta entonces no eran cultivadas, en la zona de Barriales (actual General San Martín), en la provincia de Mendoza, y en Pocito, provincia de San Juan.
  • Fundar de la mano de fray Luis Beltrán la metalurgia a nivel nacional, indispensable para fabricar las armas del ejército. La fragua y los talleres montados en Mendoza fueron, en su tiempo, el mayor establecimiento industrial con que contó el actual territorio argentino: unos 700 operarios trabajaban en ellos.
    Organizar y reglamentar el servicio de correos y de policía; emplear a los desocupados en el blanqueo de las casas y en el cuidado de la ciudad.
  • Dictar la primera ley protectora a nivel nacional de los derechos del peón rural, obligando a los patrones a certificar por escrito el pago en tiempo y forma de su salario.
  • Fomentar la salud y la educación para todos.
  • Reglamentar el sistema carcelario.
  • Prohibir los castigos corporales que se aplicaban a los niños en las escuelas.
  • Promover la primera ley de protección a un producto nacional, el vino cuyano.

Más información en https://elhistoriador.com.ar/san-martin-gobernador-de-cuyo/

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