Menapace a Francisco: «El tamaño de tu ausencia es comprensible con el de tu presencia»

A pocos días de la muerte del Papa Francisco, el sacerdote y prolífico escritor Mamerto Menapace, dedicó unas emotivas palabras de homenaje al papa argentino.
«Papa Franciscus: el tamaño de tu ausencia es comprensible con el de tu presencia en el mundo en estos últimos doce años. Nos dejás todo lo que diste al frente de la comunidad cristiana y de todo hombre de buena voluntad», escribió Menapace en su cuenta de Facebook.
«Siempre buscaste el diálogo y sobre todo ser sensible a los sentimientos de los demás, aunque no pudieras compartir sus opciones. De esa manera te hiciste de amigos tan diferentes, y que son los que ahora reconocen y dan testimonio de tu importancia«, continuó.
El autor de numerosos libros, Premio Konex 1994 a la Literatura Juvenil, agregó que «se dice que el tamaño de un árbol se mide por el hueco de luz que deja su partida. Y, en tu caso, esa luz manifiesta se palpa en la forma en que el mundo se despide de vos».
«Que desde el cielo, ahora ya libre de trabas, nos sigas iluminando y educando en los caminos de la paz», cerró.
Menapace eligió para acompañar sus palabras una foto del encuentro que tuvo con Francisco en 2015, con motivo de su viaje a Roma para celebrar sus bodas de oro sacerdotales.
Como relató en su momento, el sacerdote pidió la posibilidad de concelebrar con el Papa la Misa, lo que pudo ocurrir el 1° de octubre de ese año.
«A las 7 de la mañana estaba allí junto a él concelebrando la Eucaristía junto a otros pocos sacerdotes y a los miembros de una de las Parroquias de Roma», recordó entonces Menapace. «Fueron cuarenta minutos muy intensos de comunión eclesial, sobre todo cuando me acerqué al altar para comer el Cuerpo de Cristo (PAN que el había partido) y beber el CALIZ que él había bebido. Les aseguro que fue una honda experiencia de comunión con el Señor y con la Iglesia».
Finalmente, terminada la Misa, pudo acercarse al Papa. «Tuvimos la oportunidad de darle la mano y pedirle una bendición. No pude con mi genio y le conté un pequeño chiste que lo hizo reír de buena gana, cosa que aprovechó el fotógrafo del Osservatore Romano para sacar esa instantánea tan simpática», recordaría.
Para comprar los libros de Mamerto Menapace, entrá aquí