De Chiclayo al Vaticano, el recorrido del Papa León XIV
Jóvenes recordaron los días que compartieron con Robert Prevost en sus días de obispo en Perú.

Ximena Alejandra Valdivia Muro, coordinadora de la Pastoral Juvenil de la Diócesis de Chiclayo, recordó el paso del Papa León XIV por la localidad peruana donde ofició como obispo y fue un cercano amigo de los pobladores, en un país al que llegó hace 40 años.
“Fue una alegría inmensa”, mencionó Valdivia Muro acerca del momento en que escuchó el nombre de quien fuera nombrado nuevo Papa el pasado 8 de mayo.

Según relató a la radio vaticana, uno de los aspectos más destacados del entonces obispo Robert era su cercanía del con los jóvenes. “Siempre nos escuchaba, tenía verdadero interés en lo que hacíamos”, contó, rememorando una llamada telefónica personal que la marcó profundamente por su sencillez y atención pastoral.
Publicado por la agencia oficial Vatican News, el testimonio de esta joven dirigente destaca también cómo el nuevo Papa ha mostrado desde el inicio su deseo de continuar las enseñanzas del Papa Francisco. Su primer mensaje en la red X –“La paz esté con todos ustedes”– fue para ella una evocación directa a las palabras que el mismo Mons. Robert le dijo alguna vez: no tengas miedo, llévalo todo a la oración.
«Es como si siguiera siendo nuestro obispo, pero ahora para el mundo entero.»
La figura del ahora Papa León XIV conserva, según Ximena, la misma esencia de humildad y cercanía que mostró en Chiclayo. Su naturalidad al dirigirse a los medios, su lenguaje sencillo y sus gestos de ternura no han cambiado. “Es como si siguiera siendo nuestro obispo, pero ahora para el mundo entero”, dijo.

“Vamos a seguir compartiendo lo que él nos enseñó: no tener miedo, perseverar, ser auténticos, volver al Padre”. En un contexto que puede resultar adverso para la vida de fe, Ximena insistió en que los jóvenes tienen un lugar fundamental en la misión de la Iglesia: hacer lío –del bueno–, como decía el Papa Francisco, y como repite ahora León XIV.
Según contó, en Chiclayo están ya preparando el Jubileo diocesano, ideando pasacalles, actividades evangelizadoras y materiales de formación para vivir con sentido y entusiasmo este tiempo de gracia. El testimonio juvenil no es pasivo; es creativo, alegre y comprometido.

Los jóvenes peruanos conocían que monseñor Robert tenía como deporte favorito el tenis, y aunque no lo vieron jugar directamente, recibieron de él la promoción que hacía del deporte como un medio para atraer a los jóvenes a la Iglesia.
Ximena mencionó el “Olimpi Festival”, una iniciativa de la pastoral juvenil que combina deporte y evangelización: un eco concreto de esa intuición pastoral que ahora se proyecta a escala global.
Chiclayo es una de las tres provincias y capital del departamento de Lambayeque, en el Norte peruano. Cuenta con 20 distritos y una población estimada en más de 800.000 habitantes.
Se la conoce como la “Capital de la amistad» y también como “Ciudad heroica” en reconocimiento a los ciudadanos por su participación en las luchas independentistas.
Durante su tiempo en Perú, Prevost jugó un papel crucial en la formación de nuevos sacerdotes y en la administración de la diócesis.
Robert Francis Prevost llegó al Perú para iniciar su labor como misionero en 1985. Según la Agencia Andina de noticias, su primer destino fue la misión de Chulucanas, en la sierra de la región Piura.

“Se desempeñó como vicario parroquial de la catedral y canciller de la Prelatura Territorial. Durante su tiempo en Perú, Prevost no solo se dedicó a la evangelización, sino que también jugó un papel crucial en la formación de nuevos sacerdotes y en la administración de la diócesis”.
Tras un breve regreso a Estados Unidos, Prevost volvió a Perú en 1988 y durante la siguiente década dirigió el seminario agustiniano en Trujillo y enseñó derecho canónico. “Su profundo conocimiento de la región y su dominio del español, además de otros idiomas, le permitieron establecer una conexión significativa con la comunidad local”, relata la agencia.
Naturalizado peruano desde 2015 cuando se le emitió su actual DNI registrado en Chiclayo, ciudad donde ejerció como obispo, fue parte de la Conferencia Episcopal Peruana hasta 2023. Tal es su vínculo con ese país latinoamericano.