La Iglesia Argentina alerta: “Si el Estado se corre, entra el narcotráfico”
La Conferencia Episcopal Argentina cuestionó las políticas de ajuste del gobierno de Javier Milei y fue enfática al reclamar el fin de los recortes en programas de prevención y asistencia.

La CEA criticó las políticas de ajuste implementadas por el gobierno de Javier Milei, particularmente los recortes en programas de prevención y asistencia a las adicciones.
En la previa a la conmemoración del Día Internacional de la Lucha contra el Uso Indebido y el Tráfico Ilícito de Drogas, la Conferencia Episcopal Argentina (CEA) emitió un contundente pronunciamiento titulado “Si el Estado se corre, entra el narcotráfico”.
La declaración, firmada por la Comisión Ejecutiva de la CEA, integrada por monseñor Marcelo Colombo, arzobispo de Mendoza y presidente; el cardenal Ángel Rossi, arzobispo de Córdoba y vicepresidente primero; monseñor César Daniel Fernández, obispo de Jujuy y vicepresidente segundo; y monseñor Raúl Pizarro, obispo auxiliar de San Isidro y secretario general, refleja la profunda preocupación de la Iglesia Católica por el avance del narcotráfico y las adicciones en los sectores más vulnerables del país.
Un llamado urgente al Estado
La CEA criticó las políticas de ajuste implementadas por el gobierno de Javier Milei, particularmente los recortes en programas de prevención y asistencia a las adicciones. Monseñor Marcelo Colombo, en diálogo con Radio MDZ, expresó su preocupación por la reducción de recursos estatales para asistir a quienes más lo necesitan: “Cuando esa persona tiene que pagar un crédito, una tarjeta, un trámite, salir de una situación de detención, termina buscando el apoyo de estos sectores [narcos]”.
El arzobispo de Mendoza también señaló en Radio Mitre que el Estado tiene un rol crucial en la prevención y tratamiento de las adicciones, subrayando que “hay una función importantísima de los distintos sectores del gobierno, al servicio del bien común de la población que vota a esos dirigentes”.
El documento denuncia que la ausencia del Estado en los barrios populares crea un vacío que es aprovechado por redes criminales, generando una suerte de “Estado paralelo” que seduce a los jóvenes con promesas de una vida aparentemente mejor, a costa de su dignidad, libertad y, en muchos casos, su vida. “La droga mata por dentro, apaga la esperanza y corta proyectos de tantos chicos y chicas que quedan atrapados en el circuito del consumo. Esta realidad nos duele y nos interpela: ¡No podemos naturalizarla!”, señala el texto.
El pronunciamiento reclama un compromiso económico sostenido para financiar programas de prevención, asistencia y reinserción. “No se puede seguir esperando que quienes acompañan a los jóvenes más rotos lo hagan sin recursos. La entrega gratuita de tantos voluntarios es muy valiosa, pero debe ser complementada con equipos que puedan dedicarse a tiempo completo, y eso requiere financiamiento”, advierte el documento.
“No se puede seguir esperando que quienes acompañan a los jóvenes más rotos lo hagan sin recursos. La entrega gratuita de tantos voluntarios es muy valiosa, pero debe ser complementada con equipos que puedan dedicarse a tiempo completo, y eso requiere financiamiento”
La labor de la Iglesia en los barrios
La Iglesia Católica destacó su trabajo sostenido en los sectores más afectados por las adicciones. A través de parroquias, capillas, Hogares de Cristo, Centros Barriales, Cáritas y Fazendas de la Esperanza, la Iglesia acompaña a personas con consumos problemáticos de manera “silenciosa, cercana y constante”. El padre Pablo Viola, asesor de la Pastoral de Adicciones de la Arquidiócesis de Córdoba, participó en el primer Congreso Arquidiocesano de la Pastoral de Adicciones, realizado el 24 y 25 de junio en la Universidad Católica de Córdoba. En este encuentro, se propuso crear una mesa de trabajo para profundizar en la prevención, asistencia y el rol de las políticas públicas frente a las adicciones.

El padre Cristian Viscardi, coordinador de la Comisión Nacional de Adicciones del Episcopado, enfatizó en Radio Continental la importancia de la presencia estatal: “Es muy importante la presencia del Estado para que las políticas públicas sean efectivas en la lucha contra este flagelo”.
Testimonios que reflejan la crisis
Un estudio de CIAS-Fundar, citado por el portal Infobae, revela la magnitud del problema en los barrios populares del Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA). La investigación, basada en una encuesta a 600 jóvenes de 16 a 24 años y 47 entrevistas en profundidad, encontró que el consumo de drogas está asociado al abandono escolar, la vida en la calle y la delincuencia. Diez de los 29 jóvenes que no terminaron la secundaria abandonaron sus estudios debido a adicciones crónicas y situaciones de calle. “La mitad de los jóvenes entrevistados (23) consumen o consumieron drogas y consideran que tres razones los llevaron a la ‘vida en la esquina’: olvidar las dificultades, obtener ingresos o lograr reconocimiento”, indica el informe.
El estudio también destaca que seis de los jóvenes comenzaron a consumir porque uno de sus padres lo hacía, evidenciando cómo las adicciones se perpetúan en entornos familiares vulnerables. “La espontaneidad con la que hablan sobre sus propias adicciones o las de sus amigos y familiares refleja la cotidianidad con la que viven estas situaciones”, agrega el informe, que describe un panorama desolador en el que el consumo se normaliza en contextos de exclusión.
Un mensaje de esperanza
A pesar de la gravedad de la situación, la CEA dirigió un mensaje de esperanza a quienes enfrentan adicciones: “No se desanimen. Pidan ayuda. No dejen de llamar a la puerta de todos cuantos queremos ayudarlos”. La Iglesia reafirmó su compromiso de no resignarse a perder a los jóvenes y agradeció la labor de quienes trabajan en la recuperación de personas afectadas, desde voluntarios hasta profesionales en los Hogares de Cristo y otras iniciativas.
Un llamado a la acción
El pronunciamiento de la CEA no solo es una crítica al retiro del Estado, sino también un llamado a la acción para que las autoridades nacionales, provinciales y municipales refuercen su compromiso con políticas públicas efectivas. En palabras de los obispos: “Sin el compromiso económico del Estado, esta ardua tarea no se sostiene. Y si esta tarea cae, no habrá quien reciba a los que tocan fondo buscando una segunda oportunidad”.
“Sin el compromiso económico del Estado, esta ardua tarea no se sostiene. Y si esta tarea cae, no habrá quien reciba a los que tocan fondo buscando una segunda oportunidad”
La Iglesia, junto a organizaciones de la sociedad civil, continuará su labor en los barrios, pero insiste en que la lucha contra el narcotráfico y las adicciones requiere un esfuerzo conjunto. Como expresó el cardenal Ángel Rossi en el Congreso Arquidiocesano de Córdoba: “¡Nadie se salva solo!”.